30 de septiembre de 2007

La noche anterior al “juicio final”

Andrea Pérez
Bruno Rossi
Angeles Giaconi

Apenas pasan quince minutos de las veintitrés del domingo, no es una de sus noches preferidas, en el monoambiente se respira un aire de ansiedad. Sin quitarle la mirada pensativa al gran desparramo de fotocopias, apuntes y libros que hay sobre la mesa, le pega la última pitada al cigarillo y lo prensa contra el cenicero. Mañana, mejor dicho, dentro de nueve horas, Juan deberá estar en un salón sentado frente a tres eruditos vestidos de corbata que lo interrogarán acerca de la historia de las leyes en el mundo.
El silencio, el clima de nerviosismo lo llevan a bajar a la calle para comprar un atado de veinte. Antes deja la pava en el fuego, calentándose sobre la hornalla. El mate también será protagonista durante la vigilia.
Cinco minutos después vuelve con un cigarrillo en la boca a medio terminar. La pava hirviendo crepita en la cocina. El revoltijo de papeles lo envuelve nuevamente en un estado de agobio. Juan es estudiante de abogacía desde hace dos años, y los individuos vestidos de corbata, son magistrados, profesores que conocen todos los recovecos de la ley. Personas a las que difícilmente Juan pueda engrupir con palabrerías.
Entonces comienza con esa meticulosa corroboración de datos, el arduo repaso que suele hacerse momentos antes del examen. Aquella toma de notas que compone el extenso resumen de las cuestiones que indefectiblemente aflorarán durante el oral. La intermitente lectura se interrumpe con los mensajes de textos que son enviados por sus compañeros al celular y con algún que otro momento de distensión que ayuda a relajar la mente para poder proseguir con el estudio durante toda la noche.
Aunque los ojos le duelen porque ya son las cuatro, Juan sabe que hoy no podrá dormir; para esta altura los mates ya le son aburridos, y el humo del cigarrillo formó una espesa nube dentro del pequeño departamento. Lee y relee palabras, memoriza números y nombres de leyes, hace lo mismo repetidas veces. Se para, desperezándose con un pesado bostezo, mira por la ventana, vuelve a sentarse exhausto; aún manteniendo ese gesto de concentración en el rostro, mira las hojas, remarca más conceptos, se detiene y contempla la pared unos instantes.
Así sucesivamente hasta que amanece.
La luz del sol que entra por la venta duplica en él la sensación de cansancio. Sabe que en ciento ochenta minutos deberá estar dando un examen. Se mete en la ducha para ahuyentar el estrés, se viste rápido, ordena, mira el reloj, camina velozmente como buscando algo que no sabe que es. Se toca los bolsillos asegurándose que no le falten las indispensables pertenencias para rendir, como el DNI o la tarjeta de colectivo que lo trasladará hacia la Facultad. Mete la llave en la cerradura y se marcha, en tan solo media hora es el juicio final.

Un aplauso para el que además de estudiar... ¡¡trabaja!!

Migliardi, Patricia

Martin, Nicolás

Arias, veronica

Sí, para vos, que tendrías que estar disfrutando del privilegio que tiene ser “estudiante” y sin embargo, mochila al hombro, diario en mano, saliste a buscar trabajo y hoy combinás las dos cosas a la perfección…o bueno, lo intentás.

Ejemplares como vos abundan en la Universidad de Mar del Plata. Según una encuesta realizada por este medio, de cada 100 estudiantes, 70 realizan algún tipo de actividad remunerada.
De la facu al trabajo, luego a casa a estudiar, esa es la rutina de quienes logran cumplir con el doble rol de estudiantes que trabajan o de los laburantes que estudian.

El 57% de los estudiantes necesita de un empleo para mantenerse, a pesar de que el 64% afirma que hacerlo interfiere en su carrera. Sin embargo, no todos lo hacen por falta de dinero. Otra razón fundamental para optar por esta vía, es la independencia económica y la posibilidad de darse ciertos “gustos” que viviendo de los “viejos” no serían posible. En este caso, cuando la urgencia no ataca, se puede acceder a mejores condiciones laborales o incluso hasta encontrar alguna tarea relacionada con el estudio que se está cursando.
Por otra parte, son pocos los que tienen la posibilidad de aplicar los conocimientos obtenidos a través de su carrera en su actividad laboral, ya que sólo el 24% de los encuestados trabaja en relación con su estudio. Tal es el caso de Martín de 23 años, estudiante de abogacía, pasante en un estudio jurídico. “Si bien no me pagan mucho, me sirve para adquirir experiencia. Además la carga horaria es mínima por lo que puedo combinar estudio y trabajo a la perfección”, explica. Martín se encuentra dentro del 40% de los estudiantes que no tienen una ocupación laboral de tiempo completo.
Pero no todos tienen la misma suerte, un 30% de los consultados trabaja 6 horas, y el mismo porcentaje de estudiantes le dedica mayor cantidad de tiempo a su empleo. El esfuerzo es muy grande, la mayoría de los alumnos cursan más de 10 horas semanales y, además, deben dedicar otras horas de estudio fuera de las cursadas, sin tener en cuenta el “tiempo libre” necesario para toda persona.

La encuesta realizada da cuenta también que de los estudiantes-trabajadores, el 65% se encuentra en los últimos años de la carrera, y para ellos hacerlo es una manera de irse formando para el futuro. Ya que consideran que al momento de desarrollarse profesionalmente van a contar con una formación que no la tendrían siendo “solamente” estudiantes.

El 35% restante trabaja desde los comienzos de sus estudios y, en su mayoría, lo hace para mantenerse o ayudar económicamente a su familia.

Combinar ambas responsabilidades a la vez es posible. Lo demuestran día a día cientos de jóvenes, que como vos, además de cargar con los libros, cargan con una responsabilidad que quizá tendría que haber llegado en otro momento de la vida. El mundo del “estudiante-laburante” no distingue horarios ni eventualidades, lo importante siempre es la predisposición, las ganas, y por sobre todas las cosas, esa visión del futuro que muestra, lisa y llanamente, que para llegar a lo que uno quiere hay que arremangarse.

Ventajas generales de los jóvenes que trabajan

  • Ayuda a desarrollarse profesionalmente.
  • Permite al estudiante contar con un ingreso que le da libertad e independencia.
  • Las empresas valoran mucho más a un egresado que cuenta con experiencia que a uno que no la tiene. Los estudiantes que trabajan tienen una rica experiencia que les permite valorar mejor su formación.

Desventajas generales de los jóvenes que trabajan

  • Su desempeño estudiantil se ve afectado en su rendimiento y en su promedio.
  • Los estudiantes alargan la carrera hasta en un 60% por encima de su duración teórica.
  • Algunas empresas prefieren graduados con buen promedio.
  • Los estudiantes ya no cuentan con tiempo libre.

Estudiar y trabajar sin morir en el intento

Acá van un par de consejos:

  • Estudiar en grupo: te va a servir a ponerte al día con aquellas clases que, por trabajo, no pudiste asistir. Completar los apuntes, que por quedarte dormido en la mitad de una teórica, tenés incompletos o aquella frase dicha por el profesor que seguramente “entra” en el examen y que vos ni la escuchaste.
  • Trabajar no más de 6 horas por día.
  • Ser puntual y no faltar a la facultad: tené en cuenta que sos un estudiante que “trabaja” y que lo más importante es tu estudio. Ponele todas tus ganas y todo tu esfuerzo. Además faltar te puede sacar del ritmo de estudio y hasta desmotivarte.
  • Disfrutar de tu tiempo libre al máximo.
  • Encontrar el lado positivo al trabajo que, aunque no tenga relación con lo que estudias, te aporta experiencia que te va a ser de gran ayuda al momento de recibirte.


24 de septiembre de 2007

Ventajas y desventajas del uso de la tecnología a la hora de estudiar


Figueroa Victoria
Pizarro Maira
Rueda María Florencia

Usar Internet es algo habitual para los estudiantes del siglo XXI pero no siempre fue así. Hace no muchos años, aproximadamente 10, las personas estudiaban con otras herramientas: consultaban libros en la biblioteca e invertían mucho tiempo en la búsqueda de datos.

El mundo online es importante para la educación ya que modifica la forma que tienen los estudiantes de investigar y aprender.

Hoy, gracias al avance de la tecnología las cosas se simplificaron: en la mayoría de los casos se remplazó la biblioteca por una PC con acceso a Internet.

Con sólo un clic se puede encontrar la más variada información en poco tiempo y como si esto fuera poco existe la posibilidad de intercambiar datos con cualquier persona.

Internet simplificó muchas cosas: velocidad en la búsqueda de datos, variedad, recursos audiovisuales; pero complicó otras como por ejemplo el mal uso de la ortografía y la caligrafía. Empleamos un idioma distinto, lleno de puntos suspensivos, caritas sonrientes o enojadas, exclamaciones y vocales a repetición.

Este es un fenómeno mundial que ha crecido muy rápido en los últimos años.

Según un estudio realizado en los EE.UU por Steve Jones, director del Departamento de Comunicación de la Universidad de Illinois-Chicago: "Internet es un elemento tan común en la vida de los estudiantes universitarios como los libros, la pizza y la cerveza”.

Los investigadores del informe titulado "Internet va a la universidad” descubrieron que los estudiantes utilizan Internet de una manera diferente que el resto de la población, esto probablemente está relacionado con la existencia de conexiones a Internet veloces en la universidad, la disponibilidad de tiempo libre y una disposición tecnológica aventurera.

Los tiempos cambiaron y las herramientas de estudio no podían ser la excepción en un mundo dominado por Internet y los adelantos tecnológicos.

Ventajas y desventajas del uso de Internet

como herramienta de estudio

Ventajas:

Rapidez.

Fácil acceso a variada información.

Contenido Multimedia.

Posibilidad de compartir archivos.

Información en tiempo real.

Desventajas:

Falta de lectura.

Faltas de ortografía y gramática.

Plagio y vulnerabilidad de los derechos de autor.

Muchas posibilidades de distracción al alcance de la mano.

Confianza ciega en la información publicada en Internet.


Estudiante antiguo

Los largos y tediosos monólogos de los profesores resultaban infranqueables, al no contar con grabadores que permitieran eludir la tortuosa toma de apuntes. La necesidad de entregar trabajos prácticos desafiaba nuestros recursos caligráficos y ortográficos, ya que no teníamos los modernos procesadores que vienen con corrector incluido y prolijos caracteres.

Buscar información… toda una experiencia. Una vez que lográbamos eludir las defensas de la recelosa bibliotecaria, quien protegía la integridad de los libros como si se tratara de sus propios vástagos, deambulábamos por los pasillos en busca de lo necesario. Encontrarlo era, en muchos casos, cuestión de suerte. La intuición era fundamental: “Siempre juzga a un libro por su cubierta”, hubiera dicho el refrán si de nosotros hubiera dependido. Las fotocopiadoras, impunes violadoras de los derechos de autor y la propiedad intelectual, todavía no estaban a nuestro alcance, por lo que pasábamos horas emulando a los serenos copistas medievales.

Por último, si la consigna era grupal, debíamos acomodar los horarios para poder reunirnos e intercambiar el material obtenido. EL “cara a cara” era ineludible.

Estudiar hace 20 años o estudiar hoy: ¿igual esfuerzo?

Estudiante actual

Muy cómodo resulta dejar las tareas

para último momento, si luego en

tan sólo 15 minutos Googleas* y

encontrás todo lo necesario para

resolver cualquier trabajo.

Luego de hallar el material, sólo

queda cortar* y pegar*.

Para estudiar, el procedimiento es el

mismo, se busca un resumen sobre

el tema en Internet y mientras

chateas lo lees.

¿No tenés acceso a la red desde tu

casa?, no hay problema, encontrarás

un cyber en cada cuadra.

Este sistema es muy provechoso si

se utiliza correctamente, sin abusar,

ya que facilita el acceso a infinidad

de temas sin moverse del escritorio.

Pero la falta de investigación y de

lectura, son dos inconvenientes que

generan dificultades en el

aprendizaje a largo plazo.

Glosario:

Googlear: verbo correspondiente a

la acción de navegar por el portal

“Google”.

Cortar: Seleccionar y extraer el

párrafo útil.

Pegar: Ubicar ese párrafo útil dónde

lo crea conveniente.



22 de septiembre de 2007

El camino a la beca


Agustín Amaya
Solange Crispin
Matias Gusmerotti
Katiana Oyanguren


Al momento de empezar una carrera, un estudiante que no cuenta con un buen sustento económico, puede plantearse la difícil decisión de abandonar. De acuerdo a una encuesta realizada por este medio, los universitarios gastan alrededor de $107 mensuales en materiales de estudio y $87 en transporte, lo que evidencia que los estudios originan, como mínimo, una necesidad económica promedio de $200 por mes para poder llevar adelante una carrera. Una alternativa para brindar ayuda financiera a aquellos que no puedan solventar estos gastos es la obtención de una beca.

Desde la Subsecretaria de Bienestar Social de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Stella Maris Minieri, asistente social de la institución, explica cómo comenzar con el trámite y cuáles son los requisitos y pasos a seguir por los estudiantes.
Lo primero que hay que hacer es inscribirse vía Internet en la página de la Universidad del 1 al 20 de septiembre de cada año. Para poder ingresar al sistema es necesario ser alumno activo y contar con una clave personal que habilita al estudiante a llenar una solicitud de beca que tiene carácter de declaración jurada.
Luego de llenar la planilla, y una vez vencido el plazo de inscripción, se debe concurrir a la sede del Servicio Social Universitario o bien dirigirse a la división alumnos de la facultad a la cual asisten y constatar si figuran en el listado de los preseleccionados a obtener el beneficio.
En caso de ser uno de los elegidos, entre el 3 y 13 de octubre, se deberá presentar un sobre cerrado con la documentación solicitada (ver recuadro). En el frente del mismo se deben consignar los siguientes datos: Nombre y apellido, DNI, número de solicitud y la unidad académica a la cual pertenece el interesado.
El día que el aspirante concurra a entregar la documentación, en las oficinas del Servicio Social (Alvarado 4009), se le asignará un turno de entrevista que se realizará en dichas dependencias. En los casos de quiénes realicen la solicitud por primera vez o de aquellos renovadores que cambien de domicilio, una asistente social concurrirá a los casas particulares para hacer una evaluación de la situación habitacional.
Según Minieri, una vez presentada la documentación, “se hace una evaluación socio-económica de cada uno de los solicitantes, que luego pasa por una comisión”, que está integrada por el equipo de asistentes de la subsecretaria. A partir de allí, “se establece un orden de prioridad que se asigna al total de becas disponibles para cada unidad académica y que luego se divide de acuerdo a la cantidad de solicitantes”.
Además, la funcionaría precisó que el monto de la subvención asignada para este año es de $340 mensuales en su modalidad completa y de $175 en el sistema de media beca.
La duración de la asignación es anual, diez cuotas de marzo a diciembre, por lo cual es imprescindible que aquellos que quieran seguir manteniendo el subsidio realicen la renovación de la beca durante las fechas estipuladas. En este sentido Minieri aclara que “el trámite es el mismo que para la inscripción pero que la visita de la asistente social no hace falta”, al tiempo que detalla que para poder reinscribirse “es necesario tener un número de materias aprobadas”. El pago se realiza en el banco mediante la apertura de una caja personal y se otorga a cada uno de los beneficiarios una tarjeta para realizar la transacción.
La subsecretaria realiza un seguimiento constante a los becados que deben presentarse antes del final del primer cuatrimestre para notificarse de la beca. Asimismo es deber de los estudiantes comunicar cualquier modificación que pueda surgir tanto en lo que respecta a sus datos personales y situación socio-económica como lo concerniente a su actividad dentro de la universidad.



Otras Becas
El Plan Federal de Becas impulsado por el Ministerio de Educación de la Nación es otra de las alternativas para recibir ayuda económica. Este año en Mar del Plata hay 245 estudiantes que reciben el beneficio de 250 pesos mensuales de marzo a diciembre. Para poder inscribirse es preciso ingresar al sitio Web del ministerio (www.me.gov.ar/pnbu) y completar los formularios.
Además, dentro del panorama universitario, están la becas de apremio académico que consisten en la entrega por única vez de aproximadamente 1500 pesos (está cifra puede variar de acuerdo al presupuesto). Para poder acceder a ellas es necesario tener el 60% de la carrera aprobada, un buen rendimiento académico y una real necesidad de ser becado.
También es posible la obtención de un subsidio en apuntes que es otorgado en cada unidad académica por el centro de estudiantes. El método de selección lo realiza la subsecretaria. Los mismos consisten en un descuento del 50 o del 100 % en las fotocopias que se sacan en cada facultad.
Otra alternativa es la beca de trabajo, cuya disponibilidad anual depende de los centros de estudiantes de cada facultad. Los estudiantes trabajan en tareas de atención al público en la fotocopiadora, en la biblioteca, etc.


Una Propuesta diferente
En Guido 3026 funciona el Centro de Residentes Universitarios (CRU), una institución sin fines de lucro creada en 1984 para brindar ayuda y contención a aquellos estudiantes que no tienen su núcleo familiar en la ciudad de Mar del Plata.
Una de la integrantes de la comisión directiva del CRU, Verónica García, nos brindó algunos detalles sobre los tipos de asistencias que maneja la asociación. En referencia al tema explicó que “se dan becas de fotocopias al 50 %, por 500 copias” y para poder acceder a ellas hay que presentar un comprobante con la cantidad de materias que se están cursando, certificado de alumno regular y se debe ser socio. La ayuda del CRU apunta a aquellos estudiantes que no son de Mar del Plata y que por motivos de estudio se encuentran en la ciudad.
Además, la joven expresó que también cuentan con becas de trabajo en el local bailable que maneja la asociación, ubicado en la calle independencia al 2700. Aquí los socios colaboran “con la mantención de la sede social” y obtienen un rédito económico que les permite solventar algunos gastos que se desprenden de vivir y estudiar en una localidad que no es la propia.


Documentación necesaria

• Certificado de alumno regular / Activo.
• Certificado analítico bajado por Internet.
• Planilla de Solicitud de Becas impresa.
• Documentación que acredite la situación económica presentada:
• Recibos de sueldos de empleos permanentes o temporarios.
• Declaraciones juradas en caso de no contar con recibos.
• Fotocopias de recibos de luz, gas, otros impuestos.
• Informe de Asistente Social de Origen según requisito.


Requisitos generales

• En primer lugar, se requiere que los alumnos solicitantes de una beca, tenga una necesidad económica.
• Los postulantes deben ser ALUMNOS ACTIVOS, y contar con un rendimiento académico mínimo de 2 1/2 puntos para cualquier solicitud de BECAS.
• Cuando ingresa el alumno a la Universidad se tiene en cuenta el promedio general que obtuvo en Polimodal o Nivel Medio, que deberá ser de 7 o mayor a ese puntaje.

18 de septiembre de 2007

Aula Magna 3


Se publicó hoy el tercer número de Aula Magna, en donde tratamos de mostrate las diferentes realidades, problemáticas y situaciones que viven los estudiantes universitarios.

Los temas que desarrollamos en esta edición son:

*El camino a la beca
Una ayuda económica para seguir estudiando. En Mar del Plata son más de 400 los becados por la UNMdP, pero la cifra supera los 700 si se tienen en cuenta a los beneficiarios del Plan Federal. Todos los pasos para llegar a la beca.

*Ventajas y desventajas del uso de la tecnología a la hora de estudiar
Los cambios que produjo la irrupción de Internet. Comparación entre el estudiante antiguo y el actual.

*Un aplauso para el que además de estudiar... ¡¡trabaja!!
70 de cada 100 estudiantes realiza algún tipo de actividad remunerada. Ventajas y desventajas de los jóvenes que trabajan. Estudiar y trabajar sin morir en el intento.

*La noche anterior al "juicio final"
Un repaso por las sensaciones que vive un estudiante horas antes de un examen.

* "Logramos resaltar el valor de esta Universidad pública"
Una charla con el rector Daniel Medina. El arquitecto repasa su periodo como titular de la UNMdP y rescata las nuevas obras edilicias y los vínculos educativos con el país y el mundo.

14 de septiembre de 2007

Martes 18...Sale el 3er. Suplemento de AULA MAGNA!

Tras 21 días sin novedades, nos encontramos en condiciones de confirmarle a nuestros lectores que el próximo martes Aula Magna estará en la edición del diario La Capital...
Esperamos poder darles noticias de una frecuencia definida para la publicación del suplemento universitario. Mientras tanto continuamos con la elaboración de los siguientes números, que prometen...y mucho!!